Tu dulce niño,
de mirada conquistadora y tierna;
tu bello príncipe,
que apareces de la nada a regalarme perdices.
Que puedo hacer,
con un girasol tan perfecto;
que puedo hacer,
con tu sonrisa que me lleva al cielo.
El un niño mas del encuentro,
el que sin pensarlo llego a quererlo tanto,
el que va marcando su paso,
el que sin buscarlo esta a mi lado.
Tu, que tus ojos deslumbran al sol,
tu, que los atardeceres se llenan de la voz de tu color,
tu, que me has hecho escribir mas de diez estrofas,
tu, que por ti escribiría al firmamento por tu boca.
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