El muchacho de la ventana

Me intriga y desespera, cuando la noche cae.

Cuando la luna no llega.

Miro la ventana aun no aparece, sigo esperando ver, un muchacho con su rostro, extravagante y loco. Me desespero y me asusto, mi conciencia siempre a esperado verlo, pero no aparece. El hecho solo de pensar que lo ara, me hace cerrar la ventana.

Lo imagino ai con una sonrisa grande y ojos animados. Párese un maniático, un desquiciado, un loco, un no se. Alguien con exceso de alegría, con un propósito raro pero nose si malo. Lo imagino afirmado de la barra, que le impide pasar por la ventana, lo imagino ai cada noche cuando el sol se apaga y la luna se esconde.

Solo me mira como el mágico Peter Pan,

que volaba con polvo de hada, que saltaba sin dudar. Mueve su cabeza y pone gestos como de un perro, se ríe de lo intrigada que me ve, ahora me intriga saber si el tacto lo ara real.

Real como pinocho, que su corazón grande siempre fue, me pregunto si acercarme a el o solo dejar que ría para no perderlo a la ves.

Imagino su cara suave como los pétalos a de ser,

unos ojos de maravillas donde el arco iris siempre gira,

una nariz animada y dulce,

como de un felino despertando.

Si solo pudiera tocarlo y perder el miedo al muchacho,

hablar con el, solo se que se llama Diego Andrés.

Que cada noche viene,

y se despide con una reverencia,

que cada noche aparece para describir como el firmamento se refleja en su alegría.

Telito